19 ago 2013

[.Instantes de un día cualquiera.]


Tantos días vacíos, tantos días que se van,  tantos días que se han ido; y luego el deseo interminable de tantas cosas, la noche, el día, las mañanas nubladas, el sol de la tarde, - intenso, abrasador, sofocante-, las miradas ajenas (y las propias), las horas que se acumulan -y las tristezas-, las salidas fortuitas, el pasar del tiempo, así tan sereno, sin prisas, con esa constancia característica, que muchas veces, me devora.....

Las palabras dulces (y las que no lo son tanto), la esperanza extraviada, la fe diminuta -que no ausente-, los planes del día, los de largo plazo, los inevitables, los que se desean con fuerza y los que, de tan lejanos, se han transformado en sueños.

La gente que llega y se va en un suspiro, la que está pero es como si no lo estuviera, la que estuvo y se fue sin explicación alguna, la que uno espera pero que nunca llega....

Las coincidencias irrepetibles , los arrebatos a media luz, los secretos que se dicen al oído, las palabras pícaras y los sinsentidos, todas esas cosas con las que uno ha soñado al menos una vez, en las tardes a media luz y con los ojos bien cerrados.....

La sonrisa franca de un amigo (o de algún extraño), que nos hace sentir serenos, las risas espontáneas, las que hacen que duela el estómago o que nos sacan lágrimas; las buenas compañías, las complicidades, esas que nos hacen sonreír pícaramente cuando estamos solos.....

Y también las traiciones, y los silencios -esos que devoran-, silencios propios y ajenos, los que alivian la pesadez y también los que destruyen; la vida a medias, las horas perdidas, los días insulsos, los años que nunca volverán.  Las lágrimas que se derraman sin pensar, las que nos dejan secos, las que liberan, las que uno ya no tiene (o ya no quiere regalar).......

Todo, todo esto que se acumula, aquí, ahora, es la vida, sí, la mía, la nuestra, la de todos, de la que uno no puede escapar -aunque se desee con fuerza-,de la que todos bebemos en mayor o menor media.

Así los días, el tiempo, la vida se va, paso a pasito, de a poco, goteando como los árboles después de la lluvia... así va uno con ella, despacito muriendo un poquito cada día, al vivir se muere... que ironía.. o contradicción (qué más da), así despacito quiero beberme el día y no dejar morir esas horas que de todos modos se desvanecerán al final de la tarde....